Sentir que todo a tu alrededor te mira y te responde, sentir la conexión.....
No hacen falta palabras. Sumergir tu cuerpo en las gélidas aguas, y notar el abrazo, mientras todos los seres del bosque, disfrutan mirando desde su pequeño rincón, hasta que les sea permitido intervenir.
Alli se funde el tiempo, presente, pasado y futuro, todo en uno, todo en mi.
No puedes más que sentir agradecimiento, un agradecimiento que te conmueve, hasta las profundidades de tu infinita alma.
Es entonces cuando te reconoces en las piedras, en los árboles, libélulas, mariposas, raices, viento, nubes. ...
no es casualidad que estés allí, es una llamada, un eco, que resuena de corazón a corazón, un eco que te arrastra, te lleva, paso a paso, hasta él, allí viviste feliz alguna vez, en algún tiempo, en alguna vida pasada, o en muchas, libre como la hermana águila, como el hermano halcón, recorriendo en tu caballo fiel todos los valles donde serpenteaba el hermano rio................ el rio que te lleva....
